11.9.06

Asamblea en la carpintería

Esto llegó a mis manos en un crucero, venía al reverso de una hoja de propaganda publicitaria:
Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea; fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció su presencia, pero ¿la causa?, ¡hacía demasiado ruido! Y además se pasaba todo el tiempo golpeando. El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo. Dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque, el tornillo cedió, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato, y siempre tenía fricciones con los demás. Y la lija estuvo de acuerdo, pero con la condición de que fuera expulsada la cinta métrica, ya que se la pasaba midiendo a los demás según su propia medida; como si fuera la única perfecta. En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo: utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un lindo mueble. Y cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo: “señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades, y eso nos hace valiosos. Así que ya no pensemos en nuestro puntos malos y concentrémonos en la utilidad de los buenos”.

La asamblea encontró que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas, y observaron que la cinta métrica era precisa y exacta. En ese momento se sintieron un equipo capaz de producir muebles de calidad y orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.

Lo mismo ocurre con los seres humanos; observen y lo comprobarán. Cuando en una empresa el personal busca a menudo defectos en los demás la situación se vuelve tensa y negativa. En cambio, al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuerte de los demás, es cuando florecen los mejores logros humanos.

Es fácil ver los defectos, cualquier tonto puede hacerlo, pero encontrar cualidades, eso es para los espíritus superiores que son capaces de inspirar todos los éxitos humanos.

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